Los empresarios entrerrianos celebran con cautela el acuerdo con la Unión Europea

Los empresarios entrerrianos celebran con cautela el acuerdo con la Unión Europea

FacebookTwitteremailPrint El histórico acuerdo de libre comercio firmado entre el Mercosur y la Unión Europea generó un abanico de voces encontradas sobre las posibilidades concretas de que la Argentina pueda ampliar los mercados de exportación • Dependiendo de los sectores, sea más próximo al campo o a la industria, las opiniones son diversas  Entre Ríos […]

El histórico acuerdo de libre comercio firmado entre el Mercosur y la Unión Europea generó un abanico de voces encontradas sobre las posibilidades concretas de que la Argentina pueda ampliar los mercados de exportación • Dependiendo de los sectores, sea más próximo al campo o a la industria, las opiniones son diversas 

Entre Ríos no escapa a este escenario y, por ello, los empresarios consultados por Dos Florines no dejan de observar con buenos ojos la medida, aunque con cautela.

Si bien falta de información y el anuncio es incipiente, lo cual dificulta un análisis más genuino, existe el común denominador de querer mirar más allá de las posibilidades existentes.

El empresariado de la provincia reconoce que las urgencias del país son otras y que el corto plazo demanda soluciones en el plano fiscal, monetario y cambiario. También recuerdan que todavía es necesario mejorar un sinfín de aspectos que hacen a la competitividad de los sectores productivos.

De todos modos, eso no quita que puedan diseñar otros horizontes de cara al futuro, tiempo que muchas veces resulta casi imposible proyectar.
 
• Carlos Dellizzotti, Molinos San José

“Para la parte agropecuaria, indudablemente va a ser muy bueno todo esto. Pero aunque digamos que somos un país industrial, la verdad, no es tan así. Somos básicamente agropecuarios, en primera instancia”, consideró, y resaltó que “las industrias van a tener que ponerse más competitivas”. “De parte del gobierno, nos van a tener que dar una mano con la parte fiscal, gremial y laboral, por los aportes”, acotó.

En esta línea, agregó: “Hay industrias -que estamos en regla y trabajamos como corresponde-, que tenemos mucha carga fiscal; además hay problemas con las tasas de los bancos. Me parece que es positivo y como industria creo que, corrigiendo todo esto, tendremos que ser más competitivos. Habrá que ver cuando este empiece a funcionar como se espera, porque todavía está muy fresco”.

• Eduardo Tonutti, Lácteos Tonutti

En tanto, el empresario de la industria lechera, aclaró que si bien “es un tema muy pronto para conclusiones, en principio es bueno destacar los consensos y acuerdos”. De todas formas, advirtió: “En el sector lácteo, y particularmente de quesos, lo que se está acordando no es ventajoso. Creo que va a ser una de las economías regionales que más van a estar afectadas, fundamentalmente porque hay una desventaja desde el punto de vista impositivo, ya que subsidian a la leche y tienen financiamiento para exportar. A nosotros no nos dejarán usar marcas de muchos de los tipos de quesos que tienen la denominación de origen de países como Franca e Italia, lo cual estaríamos bastante complicados”.

No obstante, Tonutti se mostró optimista y puso la mirada más allá: “De todos modos, hay que ver bien qué se termina acordando, hay que abrir la mente para ver si realmente se puede encontrar una forma de que sea beneficioso para el país y como sector podamos reinventarnos”.

• Sergio Corso, Maringa Maderas

“Si bien es cierto que se sabe poco del acuerdo, creo que va a ser beneficioso para el país. Quizá no ahora, pero sí a lo largo del tiempo”, afirmó el empresario de Federación. En este sentido, apostó: “Tenemos que ir hacia la baja del gasto público e impuestos discursivos, los gastos políticos, el peso del Estado en todo. A futuro tiene que ser bueno, porque tenemos que ser competitivos; si no, no existimos como país. Espero que sea así”.

• Juan Pablo Cerini, El Hinojo

“Me parece que es un avance de una política de Estado que se encolumna con la creación del Mercosur y el proceso de integración de Argentina en el mundo. Hay que salir a comerciar al mundo, en bloque, porque solos nos va a ir peor”, afirmó, y propuso que “este tipo de avances debería estar respaldado por una serie de consensos y políticas públicas que dejen claro cuáles son los sectores de nuestra economía que tienen potencial para salir a competir al mundo y cuáles son los sectores en los que tenemos que promover incentivos para hacerlos competitivos”.

Respecto de este punto, puso un paréntesis: “Probablemente esos consensos no están hechos porque todavía estamos discutiendo otras cosas. Pero en definitiva, yendo a lo concreto, en el corto plazo no tendrá efecto alguno porque este es un paso más de una negociación larga que ahora sigue con la aprobación de todos los países de ambos bloques”.

Por otro lado, Cerini analizó que “en el mediano plazo, si continuamos con esta política, nos permitirá entrar a mercados desarrollados y consumidores exigentes. Va a estar en nosotros poder abastecer esos mercados con productos que estén a la altura. Y el riego de la industria nacional creo que va a existir en aquellas industrias en las que no tienen condiciones para competir (por el precio de la mano de obra, carga impositiva, etc)”. Sobre ello, también resaltó las políticas macro de Mauricio Macri y anticipó que “nadie va a sufrir el acuerdo y los sectores vinculados a alimentos lo podrán aprovechar”.

Finalmente, aclaró: “Con respecto al cerdo, no es nuestro mercado Europa. Ellos tienen países que producen muchísimo, como España, Dinamarca, etc”.

• Alejandro Pannunzio, Apama

El presidente de la Asociación de Productores de Arándanos de la Mesopotamia Argentina (Apama), Alejandro Pannunzio, por su parte, dijo al cronista Danilo Lima que el acuerdo Mercosur-UE “es parte de lo que nosotros veníamos pidiendo desde hacía mucho tiempo que es la firma de tratados de libre comercio con distintos países o regiones”. En el caso de Europa, observó el arandanero, en la mayoría de los países “nosotros pagamos el 3% y nos veríamos beneficiados” con este acuerdo. Se trata, en definitiva, “de algo positivo porque hay que ir ganando competitividad punto por punto”.

Pannunzio, sin embargo, consideró “muy llamativo” el hecho de que, por un lado, el Gobierno favorezca el comercio exterior con la firma de estos acuerdos de libre comercio, mientras, por otro lado, los productores “sufrimos retenciones tan nocivas” que con el tipo de cambio actual “están en el orden del 10%”.

El Gobierno, consideró el presidente de Apama, tendría que tener “un gesto”, como la quita de las retenciones, porque para “las economías regionales eso es fundamental” para poder aprovechar en plenitud los acuerdos, más allá de que entren en vigencia, como en el caso de los arándanos, un poco más adelante.

• Aquiles Arús, Arús Comercio Exterior

El referente del comercio exterior en la provincia señaló que todavía faltan importantes pasos burocráticos para que entre en vigencia el acuerdo. “Creo que en los próximos dos o tres años no va a pasar absolutamente nada, hasta que el acuerdo quede plenamente confirmado. No es la muerte de nadie. Al contrario, el panorama se agranda hacia nosotros”, valoró.

Hecha la aclaración, aseguró: “Cuando comience a funcionar, creo que las ventajas son mejores para nuestras exportaciones que para las importaciones. La baja de las retenciones a las exportaciones nuestras se ven reducidas con el funcionamiento pleno del acuerdo en un 85% de manera inmediata, mientras que las reducciones de derechos de importación que aplican países como Argentina, Paraguay, Brasil o Uruguay, se ven reducidas a lo largo de 15 años. De manera que si el argumento de un empresario industrial pasa por el hecho de decir que lo van a invadir con productos, es absurdo”.

Sobre la polémica agro vs. industria, Arús reconoció que “tenemos más posibilidades de exportar productos originados en la agroindustria que en la industria”, pero subrayó que eso no quita que no se pueda avanzar. “Arranquemos con algo, por lo menos. Después vendrá lo otro”, expresó.

Finalmente, consultado si la Argentina está preparada para afrontar un posible aumento de exportaciones en los próximos años, disparó: “Si este país camina por el camino que se está tratando de llevar adelante, sí. Si este país vuelve a un régimen populista como el que teníamos, definitivamente no. El régimen populista a lo único que nos lleva es al desastre”.

• Mario Domínguez, Dominguezlab

“Es sin dudas una oportunidad muy grande para nuestro país y un paso adelante para nuestro desarrollo”, remarcó. También reflexionó sobre las particularidades propias de todos los tratados de libre comercio, y puntualizó: “En el caso de Mercosur – UE, creo que son economías complementarias y será muy útil para ambos. En nuestro caso evidentemente lo que tenemos para ofrecer al mundo son productos muy primarios como cereales (soja principalmente), carnes y otros commodities, que lo puede comprar cualquiera al mismo precio. Ellos en cambio nos pueden vender cosas con mayor valor agregado que, por otro lado, ya se las estamos comprando a alguien. La ventaja es que nosotros podemos agregar con el desarrollo cada vez más valor a nuestros productos y servicios y ello no podrán tener más producción de commodities por su escaso territorio”.

En este sentido, el empresario paranaenses aseguró que “tenemos más potenciales beneficios nosotros que ellos, que solo buscan por lo menos tener acceso a los bienes primarios en el futuro”. “Ninguna de las partes va a pagar algo más caro por el acuerdo, lo que aumenta es el volumen de compra y por ende debe aumentar la producción con todo lo que conlleva inversiones trabajo etc”, acotó.

Además, Domínguez negó que se vaya a primarizar la economía en el futuro. “Esto es un claro error o tal vez opiniones contrarias por la coyuntura de las elecciones, ya que nuestra producción ya es primaria y un cliente tan importante puede permitir el desarrollo de mayor valor agregado de nuestra producción. Leyes como la del conocimiento que acompañan estos desarrollos votados por unanimidad nos dan la pauta que no somos tan ingenuos para no seguir este camino”.

Asimismo, respecto de su sector, destacó: “En nuestro sector de la industria farmacéutica creo que también tenemos numerosas chances. Si bien Brasil tiene una producción más desarrollada con medicamentos intercambiables o bioequivalentes que son los que se consumen en Europa, ellos podrán llegar primero a esos mercados debido al gran trabajo de Anvisa en la producción de medicamentos genéricos, seguros, eficaces e intercambiables a diferencia de Anmat que se ha mantenido en tener medicamentos similares que hoy por hoy solo se permiten en nuestro país y en otros en vía de desarrollo”.

Finalmente, manifestó: “Hace 20 años se viene buscando este acuerdo y siempre era la UE la que lo rechazaba. Podríamos decir que fue una política de Estado que tanto gobiernos anteriores como el actual siguió en la misma senda. Sin dudas la salida del populismo del Mercosur y su combate contra la corrupción (Odebrech y Cuadernos) hace que el mundo desarrollado nos dé estas oportunidades, pero está en nosotros como emergentes saber aprovecharlas”.

• Patricia Popelka, ENSA

“Es un camino que hace mucho tendríamos que haber iniciado. Es un camino difícil porque Argentina no tiene ni mentalidad, ni estructura ni un marco tributario ni de infraestructura logística que estén orientados hacia la exportación, como sí lo vemos en países vecinos. Tanto en Chile como Uruguay no existe un emprendimiento, así sea pequeño, que no tenga en la cabeza metido que si quiere crecer, tiene que apuntar a la exportación”, señaló.

En este sentido, la empresaria comparó: “En Argentina eso no funciona así, porque seguimos discutiendo si mercado interno o integrarnos al mundo, por el simple hecho de que tenemos un mercado interno que es razonablemente bueno para algún sector de la producción. Pero hay que entender que hoy un mercado de 40 millones de habitantes, como el nuestro, le pone un techo muy bajo a las industrias, a los emprendimientos”.

Por ello, Popelka propuso que “si no se cambia ese esquema que hoy tenemos instalado y se empieza a trabajar para integrarnos y poder colocar lo que producimos en el mundo, el techo de crecimiento y desarrollo que tenemos va a seguir siendo bajo; es un desafío y no es algo que se pueda hacer rápido. Es un camino difícil, largo, pero el único que nos puede realmente dar una posibilidad de progreso”.

De todos modos, valoró el potencial argentino y ejemplificó: “Nosotros, que tenemos una pequeña empresa que coloca su producción en el exterior, sabemos que se puede y que hay gente que colabora para que eso se consiga. Falta tener una decisión política, por un lado, acomodar unos marcos normativos, mejorar la infraestructura, capacitar y formar a los emprendedores para que el desafío no los agobie”.

Por otro lado, reconoció que “en ese camino hay algunos sectores que se van a ver afectados”. “Pero el tema es que para subir el techo de crecimiento y desarrollo de la Argentina, es necesario hacer esto. Probablemente algunos no logren adaptarse porque no podemos pensar en exportar solamente si no importamos. Las barreras se tienen que bajar para que los productos vayan y también vengan”, aseguró.

Finalmente, reflexionó: “El Mercosur, en realidad, más que como un proyecto de inserción, funcionó como un proyecto de protección. Eso no está bueno. Por eso celebro este acuerdo. Creo que es un camino difícil pero el único que puede subir el techo para desarrollarnos y crecer de manera que pueda ofrecer mejores puestos de trabajo. La reforma tributaria y laboral son herramientas necesarias para que esto funcione”.

• Noelia Zapata, LAR

“Esta firma del acuerdo es muy bueno. Desde luego que es un proceso largo en cuanto a que cada país integrante del Mercosur debe acordar y apoyar el Congreso. Esperemos que nuestros legisladores estén a la altura y respalden esto porque es el primer paso de que Argentina lo apruebe”, indicó primeramente.

Ahora bien, la gerente General de La Agrícola apuntó: “Lo otro que debemos hacer todos juntos es ver qué pasa con el costo laboral, con el impositivo, porque se puede producir muy bien productos de calidad, pero a qué costos. Estamos en total desventaja con respecto a Brasil y Uruguay. Argentina tendrá que adecuarse porque producir para 44 millones de argentinos o 4.000 millones de habitantes, hay una diferencia muy grande”.

En este sentido, agregó: “Hay que celebrar que estemos insertados en el mundo y hay que trabajar para que esas oportunidades que se han brindado, luego de 20 años de negociaciones. Lo vamos a aprovechar si entre todos somos conscientes de que tenemos que producir calidad, ser eficientes, ser innovadores, tenemos que estar insertos en el mundo”.

Sobre ello, consideró: “El mundo va para ese lado y creemos totalmente beneficioso esto, no inmediatamente. Tenemos que trabajar, hay que acordar. No solamente la Nación tiene que ajustar la cuestión impositiva, sino también la provincia tendrá que estar atenta a esto, y también cada municipio. Si tenemos costos elevados, esto sería totalmente imposible”.

Por otro lado, Zapata no esquivó a la problemática de las fumigaciones en Entre Ríos. “Está bueno plantear que el sistema productivo, al menos al que la Agrícola está ligada, tendrá que tener reglas claras en cuanto a las distancias de la producción agrícola respecto de las escuelas y todo lo demás. Entendemos y esperamos que el Gobierno provincial regule las distancias adecuadas razonables para que se respecten los derechos de todos: de producir y del cuidado de las personas. Cumpliendo con todas las leyes, claras, ordenadas y transparentes a los tiempos, debemos llegar a acuerdos”.

Sobre esto, propuso que “este país tiene que tener más acuerdos y pensar que en semejantes convenios todos tenemos que ganar. Esta mayor posibilidad de potencialidad de Argentina tiene que redundar en mayores y mejores fuentes de trabajo, en que haya más gente inserta en el sistema y que haya más posibilidades para mucha gente que hoy está desprotegida”.

Desde esta perspectiva, concluyó: “El convenio nos parece beneficioso para el sistema cooperativo y productivo al que estamos ligados. Por supuesto, para poder competir con productos que pueden ser importados desde Europa o Brasil, tenemos que estar a la altura con nuestros costos, impositivos y productivos”. 
 

Arriba