La inflación se desaceleró por tercer mes a 2,7%, pero en medio año ya acumula 22,4%

La inflación se desaceleró por tercer mes a 2,7%, pero en medio año ya acumula 22,4%

FacebookTwitteremailPrintCon un mercado cambiario en calma, una canasta de precios esenciales y un menor aumento de las nafta por postergaciones en las actualizaciones impositivas, la inflación mostró una marcada desaceleración en junio, pese a mantenerse aún en niveles altos   El Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec tuvo un alza de 2,7% el […]

Con un mercado cambiario en calma, una canasta de precios esenciales y un menor aumento de las nafta por postergaciones en las actualizaciones impositivas, la inflación mostró una marcada desaceleración en junio, pese a mantenerse aún en niveles altos
 
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec tuvo un alza de 2,7% el mes pasado (el menor porcentaje del año, más específicamente desde diciembre pasado), por lo que acumuló 22,4% en lo que va del año. La inflación de los últimos 12 meses fue de 55,8% y por primera se desaceleró en seis meses con relación al mes pasado. Por otro lado, la inflación núcleo, que no contempla precios regulados ni estacionales, fue de 2,7%.

Los economistas privados estimaron en sus diferentes estudios que la inflación de junio rondaría entre 2,2% y 2,8%. Todos ya adelantaban que perforaría el piso de 3% este mes. Desde su pico en marzo de este año (4,7%) por la volatilidad cambiaria, la inflación comenzó un lento camino de desaceleración en abril (3,4%) y luego en mayo (3,1%).

El rubro de Alimentos y bebidas no alcohólicas tuvo un alza de 2,6%, levemente al nivel general. La suba más alta estuvo en Comunicación (+7%), Recreación y cultura (3,7%), Salud (3,6%), y en Equipamiento y mantenimiento del hogar (3,4%).

Se esperaba que junio impactara los aumento del precio de la nafta (1,5%), una desaceleración gracias a la postergación de la actualización de los impuestos decidida por el Gobierno; la tercera cuota del aumento de gas (diferido para diciembre) y un ajuste autorizado sobre las cuotas de los colegios privados (con un piso de 15%). El mes pasado además comenzó a regir el programa de Productos Esenciales, que congeló los precios de una canasta de más de 60 alimentos por seis meses, o sea, hasta después del proceso electoral.

En conferencia de prensa para presentar el resultado fiscal del primer semestre, la semana pasada, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, había anticipado que el Gobierno seguía previendo una desaceleración de los precios. “Esperemos que la inflación siga el camino descendente. Pensamos que en junio va a seguir bajando, y en julio también. Lo que nosotros vemos es una clara tendencia a la desaceleración de la inflación”, arriesgó. La proyección oficial para este año es de una inflación cercana a 40%, según el avance del Presupuesto 2020.

Es un número similar a la que presentó ayer en su staff report el Fondo Monetario Internacional (FMI), que revisó la cifra al alza, publicaron La Nación y Ámbito.

Según el reporte del organismo, se espera que el mantenimiento de las restricciones fiscales y monetarias, con menos volatilidad del tipo de cambio y expectativas cambiarias más ancladas, contribuya a una “desaceleración gradual mes a mes de la inflación por venir”.

“Aunque sigue estando en un nivel alto, la inflación ha entrado en una trayectoria descendente que se espera continúe en los próximos meses. La gestión prudente de la política monetaria por parte del Banco Central (BCRA) sigue siendo esencial para anclar tanto el tipo de cambio como el proceso de desinflación”, dijo el director gerente interino de Fondo, David Lipton, sobre la suba de los precios en un comunicado difundido la semana pasada.

“La inflación interanual cayó 1,5 puntos respecto a la medición de mayo, mostrando una caída por primera vez en 2019”, explicó el director del Iaraf, Nadín Argañaráz. “La tasa interanual seguirá disminuyendo en los próximos meses por dos motivos. En primer lugar, las tasas mensuales comenzarían a transitar un sendero de descenso mes a mes, y en segundo lugar se comenzará a comparar contra las bases altas del segundo semestre 2018”, agregó.

“El esfuerzo del Banco Central para afirmar su compromiso con la baja de la inflación es enorme. Aun así, la inflación de 2019 posiblemente termine alrededor del 40%”, dijo el economista y agregó: “La desinflación traerá una mejora en las expectativas. Cuando las personas perciben, mes a mes, que la tasa es menor, las expectativas se vuelven menos pesimistas y se reduce la frecuencia de la remarcación de precios. Esto va rompiendo la indexación y los precios relativos se acomodan más rápido y con menores costos”.

“Más importante, la desinflación traerá consigo cambios positivos en los ingresos reales de las familias, lo que puede traer más actividad real y amortiguar la caída de la recaudación tributaria real”, cerró el director del Iaraf, que pidió mantener el ordenamiento fiscal y externo.

“Se trata del registro más bajo en lo que va del año y refleja una desaceleración de 2 puntos respecto al dato pico de marzo afectado por el efecto inicial de la devaluación”, afirmó la economista de LCG Melisa Sala. “En la comparación anual, la inflación torció la trayectoria alcista. De mantenerse el escenario de estabilidad cambiaria actual, el registro de 57,4% anual de mayo podría considerarse como techo”, completó la especialista.

“No podemos descartar nuevas tensiones en el mercado de cambios, pero en un contexto de estabilidad cambiaria y con tarifas congeladas esperamos una inflación converja a tasas de 2,5% en la segunda mitad del año. Entendemos que la inflación interanual habría tocado techo en mayo”, indico Sala y agregó: “La recomposición de salarios en un escenario (económico y político) en el cual no existe demasiado espacio para seguir comprimiendo márgenes puede sumar algo de presión. Pero, en todo caso, la rigidez del Programa Monetario aseguraría que la oferta de crédito no convalide el aumento de la demanda”.

“El registro está en línea con lo que esperábamos”, afirmó Nicolás Crespo, economista de Elypsis. Hubo cierto impulso por parte de una núcleo persistente, regulados mantuvo cierta participación a través del gas y las naftas, y estacionales se mostró al alza como suele ocurrir en junio. El dólar calmo juega el papel principal en la desaceleración del componente dolarizado de la núcleo”, agregó el experto privado.

“Para julio, esperamos que el registro se ubique entre 2% y 2,5%, tratándose del menor registro desde mayo 2018. Esperamos que se continúe desacelerando la núcleo y también los regulados, ya que no va a haber aumentos de gas y telefonía como este mes”, cerró.

Arriba