Visitas VIP a Olivos: el médico presidencial le aconsejó a Alberto Fernández en pleno ASPO restringir al máximo las reuniones interpersonales

Visitas VIP a Olivos: el médico presidencial le aconsejó a Alberto Fernández en pleno ASPO restringir al máximo las reuniones interpersonales

A pesar de la recomendación del doctor Federico Saavedra, el Presidente mantuvo en la quinta varios encuentros con dirigentes, amigos y curiosos personajes. Ahora estalló el “Olivosgate” con los registros de las visitas.

En pleno período de vigencia del aislamiento obligatorio, la cuarentena inicial vivida en la Argentina pandémica, una imposición dictada por el Presidente de la Nación, Alberto Fernández, para ser cumplida por todo el país, uno de los funcionarios que mejor lo conoce, le alertó que corría riesgos de contagiarse Covid-19 si no restringía su trabajo no solo al ámbito de privacidad de la Residencia Presidencial de Olivos (RPO).

El asesor fue más allá: le aconsejó que tenía que minimizar al máximo posible “las reuniones interpersonales”. Fue el 17 de junio del 2020. Hoy, esa alerta, que en su momento se difundió en los medios de comunicación, toma otra trascendencia.

Conocidas las planillas de los miles y miles de ingresos y egresos presenciales a la RPO desde marzo del 2020, mes en el que empezó a regir el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que reglamentó las normas para el llamado Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO), en el que se enunció que todos los ciudadanos debían vivir bajo Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio (DISPO), aquellas advertencias se leen de otro modo. Más aun si su autor fue nada más ni nada menos que el titular de la Unidad Médica Presidencial, el doctor Federico Saavedra.

Si fuera indudable que el paciente Fernández le habría hecho caso al médico oficial, es muy probable que hoy no estuviera denunciado en la Justicia por posible incumplimiento de una medida gubernamental que él mismo puso en ejecución. El ASPO y el DISPO se implementaron con el decreto16/2020.

La difusión de los documentos oficiales que registraron quiénes, cuándo, cómo, por qué y durante cuánto tiempo estuvieron en reuniones con el Presidente en su casa oficial entre marzo del 2020 hasta abril del 2021, provocaron estrépito en el poder y en la opinión pública.

Los ingresos y egresos no fueron solo de funcionarios o de personas que de modo irrefutable accedieron a Olivos por motivos vinculados al trabajo del Jefe del Estado. Desatado el escándalo por el llamado “Olivosgate”, el propio Presidente se defendió de las críticas, con tono firme y por momentos no tanto, en una entrevista que dio el jueves pasado a la radio AM 750: “Yo estaba trabajando de Presidente, porque mientras estaba la pandemia recibí a miles de personas, no a una, a miles. Y seguí trabajando. ¿O querían que me quede encerrado en mi casa? Tenía que gobernar un país”.

Sí, quien quería que se quedara lo más encerrado posible en su casa fue el propio médico de la Presidencia. No le hicieron caso. Es hasta ahora el único profesional entre los asesores de la Casa de Gobierno del que se conocen sugerencias que, como admitió el propio aconsejado, no se cumplieron.

En un comunicado oficial dejó asentado cómo debía pasar la cuarentena el Presidente: “Considerando la situación actual en relación a la pandemia de COVID-19 y observando la progresión en el número de casos positivos registrados en el ámbito del AMBA, que evidencian un significante aumento de la circulación viral, es mi responsabilidad recomendarle al Presidente de la Nación, Dr. Alberto Fernández continuar desempeñando sus tareas habituales en su residencia y restringiendo al máximo posible el contacto interpersonal”, dice en sus primeros párrafos.

El médicó presidencial, Federico Saavedra, recomendó al presidente Alberto Fernández restringir al máximo las reuniones interpersonales en la quinta de Olivos.

Y continúa con más detalles del plan sanitario que, de acuerdo a lo declarado la semana pasada por Fernández, él mismo él mismo no pudo cumplir: “Resulta imprescindible en este momento extremar las medidas de prevención y cuidados, evitando exposiciones de riesgo para su salud. Es menester adecuar el cumplimiento de sus funciones a las normativas de distanciamiento social preventivas y obligatorias, como así también cumplir con las medidas de protección personal”.

El texto termina con una recomendación que ahora, de nuevo, y más de un año después, no carece de actualidad: “Recomiendo que solamente se consideren viajes o reuniones presenciales para asuntos de vital importancia e impostergables y con comitivas reducidas”.

No pasó.

Las planillas de entradas y salidas de Olivos demuestran que durante los meses de cuarentena impuesta al resto de la sociedad, el Presidente y la primera dama, Fabiola Yáñez, mantuvieron una infinidad de reuniones presenciales, incluso en el propio chalet de la residencia, que cuenta con una zona de oficinas, destinadas al trabajo de sus habitantes más importantes.

Entre los visitantes que ahora se encuentran denunciados ante la Justicia se encuentran, además de Fernández y Yáñez, algunos de los más frecuentes visitantes a Olivos durante la cuarentena del 2020. Entre otros, quedaron bajo pesquisa los asesores de la primera dama, sobre todo su amiga y funcionaria, la ex modelo Sofía Pacchi; su pareja, el empresario proveedor del Estado Nacional en el rubro de tecnología de videovigilancia, Chia Hong Chien; otro de los asesores de Yáñez, Emmanuel López y también su pareja, Fernando Consagra; el adiestrador del perro presidencial, Ariel Alonso Zapata; el veterinario del collie Dylan, Lautaro Romero; y la actriz Florencia Peña, que contó que se reunió con el Jefe de Estado  para defender la industria de la actuación.

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