Sorpresa: El BID aprobó un crédito para la Argentina horas después de que su presidente dijera lo contrario

Sorpresa: El BID aprobó un crédito para la Argentina horas después de que su presidente dijera lo contrario

US$ 200 millones para Argentina. Apenas dos días después de que el titular de ese organismo, Mauricio Claver Carone, dijera públicamente que no autorizaría nuevos desembolsos para el país.

El Gobierno le ganó una pulseada al presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Mauricio Claver-Carone.

El emblemático banco regional le avisó este miércoles a la Secretaría de Asuntos Estratégicos de la Presidencia -que lleva estos temas- que había aprobado un proyecto por 200 millones de dólares. Se trata del primer tramo para una línea de crédito de US$1.140 millones a Argentina para la descarbonización del sector energético. Habría otros anuncios para proyectos relacionados al agua.

Horas después la entidad, que tiene sede en Washington DC, envió a Buenos Aires una “Declaración sobre el apoyo del BID a Argentina”, en la que además de señalar que el banco continuaba “comprometido con apoyar la agenda de desarrollo de Argentina con proyectos que tienen impacto directo y medible en el desarrollo”, enumeró que desde que asumió su presidente, en octubre de 2020 habían desembolsado US$ 2.557 millones en operaciones de inversión -siendo “record”- . La Declaración también sostiene que el “fin último” de la entidad “como socios estratégicos de Argentina es lograr una reactivación económica sostenible e inclusiva”, del país. 

La noticia se conoce luego de que Claver-Carone escribiera en una carta en The Wall Street Journal en la que decía que Argentina no tenía condiciones para aprobación de créditos.

La carta de MCC generó un pase de facturas mutuas entre Washington y Buenos Aires. Cerca del ex asesor de la Casa Blanca de Donald Trump y hoy titular del BID decían que los argentinos están detrás de las investigaciones en su contra aunque aquí lo niegan rotundamente.  Y en Buenos Aires afirmaban que él busca “castigar” al país, lo que también niega. Para el caso, el representante argentino ante el BID, Guillermo Francos, protestó. 

Este miércoles en la Secretaría de Asuntos Estratégicos, que conduce Gustavo Béliz, y en la Rosada,  había clima de satisfacción. Béliz se movió con sus contactos en el BID, adonde trabajó en sus años en EE.UU. -por cierto, en 2020 compitió con MCC por la presidencia del banco en lo que fue uno de los momentos de choques con el cubano americano- y el clima de confrontación del martes giró en positivo hacia la Argentina incluso desde la oficina del Presidente del BID.

Este miércoles aclaraban que su a The Wall Street Journal, que era bastante fuerte, Mauricio Claver-Caribe “nunca dijo que no autorizaría nuevos desembolsos para Argentina. Dijo que el banco no puede hacer un “Rubber stamp” con financiamiento de US$ 500 millones de fondos de libre disponibilidad para el país. Y aclaraban que esa frase, en inglés, “es un término que significa algo como aprobar sin siquiera pensarlo, y el estaba hablando solo de esos fondos que son de libre uso”. Agregaron que “no estaba hablando del financiamiento para proyectos específicos de desarrollo, cuyo impacto se puede medir.”

En ese sentido, las fuentes consultadas afirmaron que uno de los hechos en los que hay que contextualizar la carta al WSJ es que entre los prestatarios más ricos del BID, entre ellos también países europeos, están creciendo las quejas y reclamos contra créditos no vayan dirigidos para proyectos de impacto en el desarrollo. Se quejan también de que no los quieren dar de manera automática hasta tanto no se analizan adónde van y cómo se van a usar. “No somos el FMI”, reiteran. Y el análisis que quieren afilar tiene que ver con observar los costos de desembolso – Argentina tiene uno de los más altos- y la estabilidad de cada destino donde los cambios de gobierno hace que los verdaderos fines de los créditos se desvirtúen en manos de la política.

Para el caso, la Declaración sobre el Apoyo del BID a la Argentina también destaca que sobre líneas de financiamiento adicionales, “el BID continúa revisando el caso de los US$500 millones de instrumentos financieros específicos de rápido desembolso que dan al país fondos de libre disponibilidad”. Estos son los 500 que quedaban en duda con la carta de Claver-Carone al WSJ. “En concreto, se trata de un financiamiento especial para el desarrollo (programa SDL) por US$500 millones y, por otro lado, un préstamo basado en políticas (PBL) vinculado a cambio climático por US$300 millones.”, señala la declaración.

créditos para proyectos del BID en este caso. Los de inversión que tienen destino especifico porque financian proyectos concreto de desarrollo, como este de US$ 200 millones anunciado este miércoles; y los que son de rápido desembolso que son de libre disponibilidad de los países, y estos son los que proponía repensar Claver-Carone.

Consultada otra fuente en Buenos Aires cómo fue que se aprobó la salida de estos USS en el marco de la fuerte pelea que mantienen el Gobierno de Alberto Fernández y Claver- Carone dijo: “Por las vías normales. Acá se hace una programación. Se ponen fechas. Van pasando las misiones. Los comités hasta que llega el momento de aprobación”.

“El BID es una institución q tiene que funcionar. Los programas avanzan y se van aprobando. El de 500 millones (que mencionó Claver-Carone en el artículo) le llamó la atención porque le pareció un número grande e hizo buscar artimañas administrativas para frenarlo”, dijo una fuente financiera latinoamericana consultada sobre las noticias de esta última aprobación.

Qué dijo el BID sobre el crédito de US$ 200 millones

 

“COMUNICADOS DE PRENSA- Julio 27, 2022

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó una línea de crédito condicional por US$1.140 millones para proyectos de inversión, con el objetivo de promover la descarbonización del sector energético en Argentina.

El Grupo BID continúa comprometido con apoyar la agenda de desarrollo de Argentina con proyectos que tienen impacto directo en el desarrollo. Como parte de la línea de crédito se aprobó una primera operación de US$200 millones del BID, la cual contará con un aporte adicional de 100 millones de euros de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) y otros 100 millones de euros del Banco Europeo de Inversiones (BEI).

Esta primera operación tiene como objetivo contribuir a la descarbonización del sector eléctrico al disminuir sus emisiones de gases de efecto invernadero y al desarrollo humano, a través de la ampliación y modernización de los sistemas de transporte de energía eléctrica.

Dentro de las inversiones a realizar se encuentran obras que permitirán el fortalecimiento y modernización de los sistemas de transmisión localizados en distintas provincias del país. Se priorizarán obras que permitan la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, mediante el aumento de la capacidad para el trasporte de energía renovable, la reducción de pérdidas técnicas, y la eliminación de generación eléctrica a base de diésel.

Asimismo, tales inversiones permitirán la mejora de la calidad y la confiabilidad del servicio para la atención de nueva demanda derivada del crecimiento tendencial y de una mayor electrificación del consumo energético, habilitando un mayor desarrollo productivo en las provincias.

Como parte del diseño de cada una de las intervenciones se considerarán medidas para aumentar la resiliencia y mejorar la adaptación al impacto climático. Adicionalmente, el programa destinará fondos para reforestación de árboles y especies nativas, en áreas a ser acordadas con las autoridades forestales de cada provincia.

La operación además apoyará el desarrollo de una política de género y diversidad para el Fondo Fiduciario para el Transporte Eléctrico Federal, junto a un plan de acción con medidas específicas para las obras de transmisión con el objetivo de alcanzar una mayor participación de las mujeres en el sector (actualmente menor al 20%), y mitigar la violencia basada en género durante todas las etapas del proyecto.

Esta operación se encuentra alineada con la Visión 2025 – Reinvertir en las Américas: Una Década de Oportunidades, creada por el BID para lograr la recuperación y el crecimiento inclusivo de América Latina y el Caribe, en las áreas de economía digital, cambio climático y género e inclusión.

El préstamo del BID de US$200 millones tiene un plazo de amortización de 25 años, un período de gracia de 5,5 años y medio, y una tasa de interés basada en SOFR.”

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