Créditos UVA: familias afrontan hoy deudas exorbitantes

Créditos UVA: familias afrontan hoy deudas exorbitantes

Se estima que hay 1.500 familias afectadas por los créditos UVA en Entre Ríos. Las deudas, en la mayoría de los casos, se quintuplicaron, pese al pago de cuotas

Se estima que en Entre Ríos hay unas 1.500 familias que tomaron créditos UVA a partir de 2016, cuando fue creado el sistema, de las cuales unas 500 accedieron a la compra de su vivienda, sin imaginar que el sueño de la casa propia se iba a convertir en una pesadilla.

Se trata de un préstamo hipotecario en pesos a tasa fija, ajustable por el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER) que refleja el índice de precios al consumidor, es decir, de acuerdo a la inflación, y que está expresado en Unidades de Valor Adquisitivo (UVAs). En un país sin estabilidad económica, crecieron desde entonces un 918%. Según contó a UNO Luciana Rodríguez Valdez, una de las damnificadas en Paraná, quien sacó el préstamo en marzo de 2018 por 1,8 millones de pesos y hoy debe 10 millones, quintuplicándose su deuda pese a los pagos hechos en estos años, con una cuota que inicialmente fue de 14.000 pesos y hoy en día es de 98.000.

La mujer indicó que este 918% fue el porcentaje informado el jueves por Silvina Batakis, actual titular del Banco Nación, en un plenario de las comisiones de Finanzas y de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados de la Nación, quien reconoció que ningún salario aumentó en cuatro años en esa proporción. En el encuentro en el que estuvo presente además Miguel Pesce, presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), junto a otros expositores que analizaron proyectos de ley que buscan dar una solución al problema que afrontan los tomadores de créditos hipotecarios UVA, debido al fuerte incremento que tuvieron esas cuotas que se ajustan de acuerdo a la inflación.

En el caso de Luciana, como en los de tantas otras familias a lo largo del país, el crédito UVA fue la única vía posible de comprar su casa, ya que fue rechazada su solicitud para acceder a un crédito hipotecario tradicional, debido a que el Banco Nación le exigía mayores ingresos y el monto que le otorgaba era prácticamente la mitad. En ese entonces, el asesor del Banco Nación que la atendió le dijo que desde la creación del sistema UVA los aumento había sido de 0.20 centavos y el pronóstico era de una inflación anual del 3%. “Pero la inflación se disparó en 2018 a más del 20% y ahí no paró más”, señaló.

“La contradicción más grande es que uno paga y la deuda no se achica. Ya con esa base estamos demostrando que algo está mal, porque si pagás, la deuda se debería ir cancelando y no creciendo. Por algo hay jueces que ya se han expedido diciendo que este sistema es obsoleto que no sirve para nuestros país, y mucho menos para la clase obrera, que no puede afrontar semejantes cuotas para un crédito de vivienda única y permanente”, subrayó.

En este marco, refirió: “En la reunión del jueves los bancos expusieron los motivos por los cuales ellos consideran que nuestros créditos deben ser renegociados y reestructurados. Amenazan con dejar de financiar futuros créditos y aducen que si pierden liquidez de los créditos hipotecarios UVA estarían cerrándose las puertas a futuros clientes potenciales para ellos, que son los tomadores de futuros créditos”.

“Diciendo que ponemos en riesgo los futuro créditos reconocen que nosotros, con las cuotas que estamos pagando de nuestros créditos UVA, estamos sosteniendo la banca privada y pública”, agregó.

Por otra parte, comentó que “si bien Batakis reconoció desfasaje del capital y el aumento de la deuda, considera que el sistema es viable” y explicó: “Para decir esto los bancos se basan que en la baja morosidad de los deudores UVA, pero hay que aclarar que esto se debe a que el banco te traslada las cuotas adeudadas al final del crédito, entonces la morosidad no se ve, se dibuja, y al cliente le siguen aumentando los años de deuda y sigue siendo preso del sistema”.

En su caso, contrajo la deuda para pagarla en 26 años y medio; y actualmente ese plazo se extendió un año más. “En 2020, por la pandemia, tuve que cerrar mi negocio y diferí un año y lo pasé al final del crédito, así que se me agregó un año más”, lamentó, y contó visiblemente angustiada: “Yo era monotributista y mi esposo es docente. Al tener que cerrar el negocio, la cuota de 98.000 pesos se lleva prácticamente el 90% del único ingreso familiar que nos queda hoy. Y tenemos cuatro cuotas atrasadas, porque hemos pagado fracciones con lo que juntamos”.

Sin soluciones

En el país hay unos 105.000 damnificados que compraron viviendas a través de créditos UVA. La situación de las familias atrapadas en este sistema se transformó en un drama y las respuestas no aparecen. “Ahora lo que sugirió Pesce, el representante del Banco Central, es que nos acerquemos a los bancos y que renegociemos, pero lo que ofrecen los bancos es la extensión del crédito sin reducir o reduciendo solo hasta 20 o 30 UVAs mensuales: el valor del un UVA hoy es de 147 pesos. En mi caso, cuando fui a hablar en el banco me dieron por escrito que me rebajan 17 uvas mensuales, pero aumentándome tres años y medio de deuda”, manifestó Luciana.

Las expectativas están puestas ahora en lo que propone Fabián Medina, economista del equipo del ministro de Economía, Sergio Massa, y sobre este punto, la mujer explicó: “Medina hace un año y medio está pidiendo que deje de existir el sistema UVA y que nuestros créditos se reestructuren, que es la única solución. Porque por más que se indexen a futuro en base a los salarios, tampoco va a ser la solución, porque en tres años va a ser también inafrontable la deuda, ya que a las mejoras salariales debido a la inflación se las van a seguir comiendo los aumentos y nosotros vamos a seguir en la incertidumbre”.

Asimismo, remarcó: “Acá la solución que dio un juez en Mendoza y que es a lo que estamos aspirando todos, es que se retrotraiga la deuda al 2019, que es cuando el Estado reconoce el desfasaje y que este sistema de crédito es obsoleto, y es cuando se hace el primer congelamiento. No queda otra y como explicó el economista Medina, los bancos no van a perder, sino que van a ganar un poco menos. Acá los bancos tienen que reconocer que ningún argentino puede afrontar cuotas hipotecarias como las que venimos pagando nosotros”.

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Sin soluciones por ahora, las familias solo tienen el alivio de que hay una medida judicial que impide las ejecuciones de sus viviendas por no poder estar al día con el pago del crédito, al menos por ahora. “Somos 500 las que accedimos a un crédito para compra de vivienda, pero también están los que sacaron un préstamo UVA para construcción o para ampliación y demás; y los que están pagando un Procrear inicial con el sistema tradicional, más un complementario por sistema UVA, es decir, afrontando dos créditos”, aclaró Luciana.

A todos se les hace cuesta arriba pero no bajan los brazos, confiando en que llegue una solución definitiva. “Nosotros no nos movilizamos porque la mayoría está abocada a trabajar para pagar la cuota cada mes, pero queremos que se sepa nuestra situación”, concluyó, aferrada a la esperanza de poder conservar su hogar, al que se mudó soñando con un futuro digno para su familia.

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