En estos tiempos, la construcción se presenta como opción oportuna y rentable

En estos tiempos, la construcción se presenta como opción oportuna y rentable

Así lo afirma el arquitecto Fernando Raiteri, titular de la Desarrolladora Tierras del Paraná, quien asegura que hay una buena oportunidad para quienes estén con dólares y quieren invertir.

“Este es un momento ideal para invertir y lograr importantes beneficios para quienes estén con dólares en la mano y quieran aprovechar las oportunidades que brinda este momento del país”, asegura el arquitecto Fernando Raiteri, titular de la Desarrolladora Tierras del Paraná (TDP).
El profesional lo afirma basándose en dos indicadores insoslayables que están a la vista de todos y que entusiasman a aquellos que tienen un ahorro, una herencia o bien la disposición de invertir en etapas para lograr un bien inmueble para habitar o lograr una renta: el costo de la construcción en dólares está en un mínimo histórico en torno a U$S 600 por metro cuadrado; cuando históricamente se ubicó en los 1100 dólares. Esto marca que la brecha cambiaria entre el dólar blue y el oficial se encuentra en nivel inédito, favoreciendo a aquellos con ganas de convertirse en un jugador en tiempos de pandemia y retracción.

El desarrollador paranaense se ubica cuando habla en sintonía con los principales analistas del mercado nacional y regional que auguran que el sector se recuperará pronto luego del aislamiento obligatorio si hay inversiones, y que ese será el momento de “hacerla jugar”.
En este sentido, aquellos que están en la puerta de la decisión, que no son pocos en un mercado ansioso, se dividen entre los que necesitan una vivienda propia confiable, moderna y accesible; y aquellos que buscan consolidar una renta futura que mejore sus ingresos o incremente su jubilación, llegado el momento.

“Estamos viendo que, a futuro, la reactivación vendrá desde el inversión privada, y la construcción tendrá una cuota importante en este proceso. El sector público seguramente acompañará pensando en mejorar el presupuesto para la obra pública, pero serán los inversores privados quienes lideren el camino. Entonces, atendiendo a que la brecha cambiaria favorece mucho al ahorrista en dólares, creemos que este momento es ideal para construir y tener un activo que siempre se posiciona en dólares y acompaña sensiblemente la evolución de los indicadores financieros y a la larga termina siendo rentable para el inversor. Pensemos que un departamento de un dormitorio un año atrás estaba en 50 mil dólares, y ese mismo bien convertido a pesos se puede conseguir hoy en 30 mil dólares”, describe el profesional paranaense.

Proyectos

Además, Fernando Raiteri también entiende que hay un actor que se consolidará como un nodo clave de la Paraná que viene: el inversor de mayor escala.

El arquitecto precisa que es importante que quienes cuenten con un capital importante sepan que están a tiro de descubrir las oportunidades de renta que implica construir un edificio o complejo moderno y dinámico en su estructura, y que con las plataformas comerciales adecuadas que hoy ofrece el mercado tendrán gran demanda.

Todo esto anticipando que habrá una necesidad vinculada al segmento de gran parte de los jóvenes del sector C2 y C1 (clase media con ingresos altos) y la necesidad de alquiler entre los que se incluyen a estudiantes y a las familias.

“Nosotros, en Tierras del Paraná, constituimos un importante equipo de profesionales que apuesta a este concepto”, dice. En este marco, asegura que tienen en desarrollo dos productos -López Jordán I y López Jordán II- que están funcionando muy bien y que seguramente sirven para apuntalar sus conceptos.

“Se trata de desarrollos para familias con terrenos de 215 metros cuadrados con vista al río con el objeto de vivir cómodamente y que están preparados para ser ampliados a gusto, más aun después de esta pandemia donde las personas buscarán una mejor calidad de vida con más espacio y comodidad. Ya hay tres viviendas entregadas, tres más entregándose en estas semanas y una séptima en un mes y medio. A esto lo hacemos con una idea de sustentabilidad ambiental, arquitectónica y financiera para el inversor. Son casas de un dormitorio que vienen con estructura firme, con loza y escalera y que permite ampliación en hasta tres dormitorios. Se trata de condominios de hasta 10 unidades donde privilegiamos el espacio propio en detrimento de las amennities, que terminan siendo conflictivas para los cohabitantes”, describe el arquitecto.
En este punto, asegura que lo importante está en la dimensión financiera ya que con una cuota mensual que parte de los 20 mil pesos -actualizados con el índice de la Cámara Argentina de la Construcción- y una vez reunidos los interesados, se puede licitar a los 15 meses, y las entregas de las unidades se realizan cada tres meses, con acceso inmediato para ocupar. “Pensemos que en 12 años se obtiene la propiedad total para vivir, alquilar o vendar”, refuerza.

Valores

De los que se trata -prescribe el especialista- es comprender que existen distintos segmentos con distintas necesidades, pero con un escenario común: aprovechar el momento y generar inversiones confiables y rentables en el tiempo.

“Buscamos un terreno al que le atribuimos posibilidad de proyección y valoración en el tiempo; y allí desarrollamos viviendas con materiales de primera calidad, nobles y durables, y proyectamos lo que llamamos, en un juego de palabras, viviendas para vivir toda la vida, que no es otra cosa que un sistema constructivo tradicional, con ladrillos huecos, buena estructura de hormigón armado, aberturas Módena de aluminio y que se entregan completos”, describe.

Raiteri se muestra optimista en cuanto al rol de la construcción en el futuro de la reconversión del país una vez que la pandemia del Covid 19 sea superada y los habitantes necesiten recuperar el tejido económico que se está deteriorando vertiginosa y peligrosamente. “Hay un crecimiento demográfico de la población que no se detiene, hay emprendedores que tienen espíritu de desarrollo, hay inversores ávidos por generar valor para sí mismos y para la comunidad, y estamos nosotros, los desarrolladores que ponemos en juego nuestra experiencia, capacidad, ganas y estrategias para que todos ganemos y la economía vuelva a crecer”, aventura el profesional.

Por lo pronto, ante la consulta periodística, confirma lo que mismo que todos los especialistas, la realidad y el movimiento de las variables económicas prometen: “Este es un buen momento para construir y nunca la relación costo-beneficio para construir estuvo tan palpable y al alcance de la mano”, concluye.

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