El intendente de Chajarí, Pedro Galimberti, acordó con el presidente Fernández en que se debe priorizar la salud pública pero advirtió que si no se toman medidas progresivas, antes del fin de la cuarentena, el sistema productivo y comercial entrará en terapia intensiva.
«En lo personal y como organización municipal coincidimos y suscribimos cada una de las medidas tomadas por el gobierno federal en el marco de la emergencia sanitaria. Las decisiones del presidente Alberto Fernández fueron correctas, incluso la de prorrogar la cuarentena hasta después de Semana Santa» dijo el intendente de Chajarí. Para Pedro Galimberti las invocación de razones de salud pública está fuera de discusión aunque salir airosos de la pandemia requiere, en su visión, pensar un poco más allá del día a día.
«El Gobierno nacional debería estar pensando también en el día después, en el día en que todo esto empiece a ser parte de la historia. Como política de shock, la institucionalización del aislamiento social, preventivo y obligatorio, funcionó relativamente bien, y era necesario que se produzca de esa manera, pero el día 13 de abril, o cuando sea, no podemos salir a trabajar y producir como si nada hubiera pasado, porque aquí va a quedar un severo daño en el tejido social y en la matriz económica y productiva», señaló el intendente.
Para Galimberti hay que empezar a diseñar un plan progresivo de puesta en marcha de las actividades económicas y productivas, muchas de las cuales no podrán esperar hasta el fin del aislamiento. «Me preocupa mucho el presente, la situación de las personas que viven del día a día, y como hombre de la política no puedo dejar de pensar en el futuro y en los sectores medios de la sociedad que generan recursos que le permiten al Estado financiarse e incluso financiar sus políticas sociales. Allí también vamos a necesitar una política de shock, porque de lo contrario habrá pequeñas y medianas empresas que deberán cerrar y con ellas se cerrarán fuentes de trabajo. A estos problemas no tenemos que ponerlos debajo de la alfombra», dijo Galimberti, que además reconoció que los cuentapropistas la están pasando mal. «Toda la mano de obra de nuestras ciudades, cortadores de pasto, pequeños constructores, entre otras actividades, están paralizados», reseñó.
En referencia a cómo podría instrumentarse este plan progresivo Galimberti señaló que hay que empezar a elaborarlo, pensar en la realidad de cada actividad, de cada ciudad y de cada sector y empezar a habilitar circuitos productivos y de trabajo por zonas geográficas, sobre todo en aquellas donde no hay circulación comunitaria del COVID19.
El intendente cree, además, que para amortiguar la situación se debe pensar en un plan de contención impositivo, tributario y fiscal en beneficio de los sectores de la producción donde, a su juicio, el Gobierno Nacional y el provincial todavía no dieron señales de qué se va a realizar. «El aplazamiento de pagos y la quita de intereses son herramientas a las que hay que recurrir pero eso no alcanzará y el Estado en su conjunto, nacional, provincial y municipal, deberemos desafiar a la imaginación para ver de qué manera nos complementamos para tenderle una mano a quienes trabajan, producen y generan riqueza para su distribución», concluyó.