En cuarentena, Jorge Detona se adaptó a las circunstancias para practicar. La apertura de los centros de entrenamiento en Federación le permite desarrollar un trabajo más profesional. Jorge planifica su vida en base al fútbol. La redonda es su gran pasión.
El fútbol no es solamente la profesión que Jorge Detona ejerce desde hace 17 años, sino su gran pasión. Planifica su vida en base a la redonda. En tiempos de preparación organiza sus horarios buscando la mejor puesta a punto. En plena competencia mantiene una disciplina para conservar el mejor estado. A fines de 2019 el único futbolista profesional de Federación concluyó su vínculo con Manta de Ecuador.
Regresó a sus tierras para celebrar las Fiestas de fin de año y tomarse un período de descanso. En los primeros días de 2020 retomó su rutina. Comenzó a realizar sus entrenamientos bajo una intensa planificación elaborada por dos preparadores físicos de su localidad. Detona se encontraba en su ciudad cuando el Poder Ejecutivo Nacional decretó la cuarentena para evitar la propagación del virus Covid-19. El parate de la actividad no llevó al delantero a ingresar en una etapa de descanso. En su domicilio prolongó su puesta a punto con varias sesiones diarias.
Orientó toda su energía en el regreso a la actividad y se proyectó dentro de un campo de juego. La reapertura de los gimnasios en Federación le permitió intensificar su preparación. El artillero que celebra sus conquistas con una máscara del hombre araña asiste seis de los siete días a un centro de entrenamiento para realizar tres rutinas diarias. La jornada laboral arranca tempranito, antes del amanecer. A las 7 ingresa al predio para realizar una rutina de tren inferior. Por la tarde regresa al escenario para fortalecer tren superior, zona media y efectuar ejercicios de pliometrías. La actividad concluye en un predio de césped sintético donde desarrolla trabajos de estímulos en forma personalizada junto al profesor y amigo Juan Marcos Capovila y Fernando Rigoni, su editor de videos.
En ese tramo mantiene contacto con la redonda. Este itinerario lo desarrolla lunes, miércoles y viernes. El martes, jueves y sábados modifica el plan de entrenamientos. Él mantuvo la misma intensidad tanto en los trabajos de fuerza, potencia y en los ejercicios de coordinación.
“Si sigo entrenando de esta manera en un par de semanas me sentiré apto para competir. Esta semana metí los tiempos que había proyectado”, valoró Detona en diálogo telefónico con Ovación.
El delantero recalcó que, durante las restricciones, debió adecuarse al espacio que tenía a su alcance.
“No es lo mismo entrenar en un dormitorio o en un patio que en un predio. De todos modos me fui adaptando para no sufrir la pérdida de masa muscular, resistencia y capacidad aeróbica”, enumeró.
Asimismo, se lamentó no haber tenido la posibilidad de trabajar en forma normal en los meses anteriores: “¿Cómo un futbolista puede ser vendido al exterior si en muchos países están jugando y acá recién aprobaron un protocolo para que los planteles vuelvan a entrenar?”, señaló.
En Ecuador aparecieron algunas puertas para reinsertarse en la industria de la redonda. “Tuve conversaciones con dos equipos que están en la altura. Pero allá están entrenando en forma normal desde hace un mes. Por no tener la posibilidad de haber entrenado durante un tiempo importante en las mejores condiciones posibles esas chances se esfumaron. De todos modos hasta que no se cierre el libro de pases en Ecuador no dejaré de entrenar con las mismas ganas. En estos momentos estoy plenamente preparado, solo será cuestión de ir tomando la dinámica del juego”, aseveró.
Jorge alimenta su fuerza mental a través del esfuerzo. “Soy una persona que el dolor le da energías. Llorando puedo meter mejores tiempos que estando alegre. El dolor me obliga a superarme constantemente”, aseveró.
De esta manera, y a pesar de llevar un semestre completo sin ingresos económicos a través de la pelota, el atacante no se dio por vencido. “Jamás pensé en dar un paso al costado”, aseguró. “Ni la pandemia ni nada va a quitarme la pasión que tengo por este deporte”, resaltó.
“El fútbol es mi vida, lo demás son detalles. Esa frase la tengo tatuada. Vivo de esa manera. Toda mi vida la planifiqué en base al fútbol, no hubo otra cosa. Siempre viví así, con el fútbol como prioridad”, continuó. Luego amplió: “No hay tantas cosas que me den tanta energía como la ilusión por volver a jugar. Esta ilusión no me la va a sacar nadie. Y eso que la pasé mal porque son casi ocho meses sin tener ingresos económicos por el fútbol, pero jamás dije “no juego más”. Eso no quita que haya querido realizar otros emprendimientos, pero jamás pensé en dejar de jugar y entrenar. Cada vez quiero entrenar más”, profundizó.
Para generar recursos económicos durante la ausencia en los escenarios de juego Jorge encaró junto a su pareja un emprendimiento comercial. “A ella le hace muy feliz la repostería. La estoy ayudando y apoyando en generar su arte a través de una torta, un pastel, una tarta de algo dulce, vamos por ese lado. Sumamos experiencia para que los productos que ella elabora sean cada vez mejores”, indicó.
“Estoy a las órdenes de ella”, recalcó. “La ayudo hacer las comprar, repartir pedidos, administrar lo mejor posible la materia prima. Si está muy ocupada controlo que no se pase la cocción que necesita cada bizcochuelo. Cansa, desgasta, no es mi pasión, pero también es gratificante acompañarla en su desafío personal. El tiempo libre lo destino a trabajar con ella. Pero siempre entrenando y con la mente fija de que hay que volver a jugar lo antes posible”, cerró
Por Matías Larraule: Diario UNO E.R.