Cada 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental. En este año atravesado por la pandemia, el bienestar en la población pasó a ser una de las grandes prioridades
El 2020 sin duda fue un año donde los términos ansiedad, estrés, depresión y angustia tomaron mayor relevancia entre la población producto de la llegada de la pandemia, la cual obligó que todos se tuviera que adaptar a una nueva realidad.
Y es justamente hoy 10 de octubre que se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental. “Esta fecha tiene la finalidad de visibilizar la problemática de la salud mental y es justamente en este año tan particular que se ha puesto en boca de los 45 millones de habitantes la salud mental. Es por eso, que es vital que sea un momento de reflexión para poder pensar en la importancia de la salud mental en la vida de las personas. No hay salud física sin una buena salud mental. Esta pandemia sin duda ha puesto en evidencia como no ha ocurrido antes, la fuerte implicancia de una cosa en la otra”, explicó a Infobae el psiquiatra Hugo Barrionuevo, director Nacional de Salud Mental y Adicciones del Ministerio de Salud de la Nación.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la salud mental como aquella que abarca una amplia gama de actividades directa o indirectamente relacionadas con el componente de bienestar mental incluido en la definición de salud conocida como “el estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Además, está relacionada con la promoción del bienestar, la prevención de trastornos mentales y el tratamiento y rehabilitación de las personas afectadas por dichos trastornos.
Para impulsar la acción pública en todo el mundo, en septiembre, la OMS pondrá en marcha una campaña con motivo del Día Mundial de la Salud Mental: Acción a favor de la salud mental: invirtamos en ella.
Actualmente, la mayoría de las encuestasmuestra un aumento de los síntomas de depresión, ansiedad y estrés relacionados con COVID-19, como resultado de factores estresantes psicosociales como la interrupción de la vida, el miedo a la enfermedad o el miedo a los efectos económicos negativos. Ansiedad fóbica, pánico y ver televisión en exceso (que se ha asociado con alteraciones del estado de ánimo, alteraciones del sueño, fatigabilidad y deterioro de la autorregulación), y la exposición a las redes sociales se ha asociado con un aumento de las probabilidades de ansiedad.
Cuando las enfermedades atacan, dicen los expertos, proyectan una pandemia de lesiones psicológicas y sociales. Esta “sombra” a menudo es persistente a la pandemia por el virus y continúa atacando por semanas, meses e incluso años. Y recibe poca atención en comparación con la enfermedad, a pesar de que también devasta familias, daña e incluso mata.
Para Julieta Calmels, psicóloga y subsecretaria de Salud Mental de la Provincia de Buenos Aires, la pandemia hizo evidenteque la salud mental es una parte esencial de la vida y no es solo de las personas con una enfermedad mental: “La salud mental para bien o para mal es una parte de los seres humanos, la posibilidad de estar bien depende de estar con los otros, a veces tenemos una idea muy individual y con estas situaciones nos damos cuenta que necesitamos el oxígeno de los otros”.
“En la Argentina esta fecha coincide con la creación de la ley nacional de salud mental que cumple diez años. La misma planteaba algunas metas para este año que no pudieron ser alcanzadas debido al contexto pero que va en camino a un modelo de atención a las personas con necesidad de ser atendidas dejando a la internación como la última instancia, algo que antes no sucedía”, aseguró Calmels.
En este sentido, Barrionuevo explicó que la pandemia impactó directamente en la población: “Obviamente no poder llevar la vida que realizamos ha traído problemas para dormir, miedo y angustia, pero esto no significa sea una patología, es decir, no significa tener un padecimiento mental sino que es una reacción esperable ante la situación. Por eso es vital siempre consultar a un especialista sobre el tema”.
“Este es un momento donde el distanciamiento físico no tiene que ser distanciamiento emocional, es decir, tenemos que tener cercanía emocional a pesar del físico. De manera que podamos estar cerca emocionalmente con nuestros seres queridos aunque no podamos estar físicamente. Además, nuestro país cuenta con una importante dotación de recurso humano en salud mental que permite que todos los que sientan que necesitan consultar a un profesional estén acompañados”, enfatizó Barrionuevo.
Para Calmels, quedó en evidencia que el aislamiento social tiene un impacto en la salud mental: “Estar aislados y sin circular en la vida social es muy doloroso y nos produce sufrimiento. Hay personas que están internadas hace más de diez años y con esta situación quedó reflejado lo difícil que es estar bien cuando estas encerrado”.
Lo cierto es que el coronavirus ha transformado todo lo que creíamos saber sobre nuestra vida cotidiana y nuestra salud en una especie de mundo extraño donde las citas por FaceTime y las compras fundadas en el pánico son la nueva norma. Las encuestas muestran que las personas sienten que su salud mental está empeorando y los gobiernos y las organizaciones benéficas están inventando nuevas formas de tratar de limitar el daño psicológico.
Ambos especialistas explicaron que cualquiera que desee comunicarse con profesionales de la salud pueden hacerlo a través de las línea telefónicas gratuitas desde cualquier parte del país. En el caso de Provincia 0800-222-5462 y el de Ciudad 0800- 333-1665. Esta forma supone un modo de comunicación de fácil acceso y pronta respuesta. Además permite acceder a una evaluación interdisciplinaria por salud mental y a información u orientación hacia los recursos disponibles más adecuados para su problemática.
“La salud mental es un asunto de todos. No es un problema solamente de las personas que tienen un padecimiento mental, no hay que estigmatizar ni discriminar a los que padecen. Actualmente estamos trabajando para la implementación de salud mental comunitaria es decir que los servicios estén cerca de las personas cuando lo necesiten”, enfatizó Barrionuevo.