Preocupados por la crisis y la pobreza, pastores hacen un llamado al compromiso y al cambio

Preocupados por la crisis y la pobreza, pastores hacen un llamado al compromiso y al cambio

En una carta abierta, se expresaron sobre la situación social, la seguridad, la educación y la intervención del Estado.

“Duele ver el impacto de la crisis económica que estamos atravesando. A modo de ejemplo ,observamos cada vez más personas viviendo del rebusque en contenedores de residuos , particularmente jóvenes, duele ver como caen de bajo de la línea de pobreza tantos argentinos que padecen la pérdida de su fuente laboral , gente que siempre se ganó lo que consume con el sudor de su frente, gente que no estaba acostumbrada a la dadiva de otros , lo que significa un golpe a su dignidad , como un detalle no menor ,gente que pese a trabajar también están bajo la línea de pobreza”, indicaron.

Además, aseguran: “La pobreza es la lepra de este siglo , la desnutrición o la mala nutrición de nuestros niños no es un problema menor , esto los condiciona para siempre en su calidad de vida por lo que esa generación que tiene casi garantizada la postergación y su imposibilidad de proyectar un futuro promisorio , esa generación quedara expuesta a posible manipulación de los poderosos a los que la pobreza , por lo menos económica, no les alcanzo nunca”.

“Suena fuerte pero la verdad es que pasan los distintos gobiernos y desde nuestra trinchera seguimos apagando incendios ocasionados por las políticas de distintas gestiones que continúan impactando negativamente en el ciudadano”, señalan.

El comunicado completo

Carta abierta a la comunidad de Concordia

Desde esta entidad de fe, es imposible ocultar nuestra preocupación ante la actual situación social por todos conocida, sino que la compartimos con la sociedad en su conjunto.

Duele ver el impacto de la crisis económica que estamos atravesando. A modo de ejemplo ,observamos cada vez más personas viviendo del rebusque en contenedores de residuos , particularmente jóvenes, duele ver como caen de bajo de la línea de pobreza tantos argentinos que padecen la pérdida de su fuente laboral , gente que siempre se ganó lo que consume con el sudor de su frente, gente que no estaba acostumbrada a la dadiva de otros , lo que significa un golpe a su dignidad , como un detalle no menor ,gente que pese a trabajar también están bajo la línea de pobreza.

El impacto que esto genera es integral, tal cual lo expresado por uno de nuestros pastores la pobreza es la lepra de este siglo , la desnutrición o la mala nutrición de nuestros niños no es un problema menor , esto los condiciona para siempre en su calidad de vida por lo que esa generación que tiene casi garantizada la postergación y su imposibilidad de proyectar un futuro promisorio , esa generación quedara expuesta a posible manipulación de los poderosos a los que la pobreza , por lo menos económica, no les alcanzo nunca.

En lo que a nosotros respecta, se suman día a día familias enteras solicitándonos asistencia de alimentos y ropas, o calzados, pero además el impacto en el estado emocional y espiritual reflejado en sus rostros es doloroso.

La demanda de esta cruda realidad la enfrentamos como siempre lo hemos hecho impulsados por el amor al prójimo, como parte de una fe práctica que nuestro señor Jesús nos ha enseñado.

Esta comunidad como parte de la sociedad, obviamente también tiene muchos de sus integrantes alcanzados por la situación trasversal ,pese a eso no claudicamos en ayudar , solo que también nuestra capacidad de respuesta es limitada teniendo en cuenta que nos referimos a recursos que son genuinos y propios de quienes integramos esta comunidad de fe, además debemos recordar que la asistencia social es un deber indelegable del Estado, por nuestra parte siempre estuvimos y seguiremos dispuestos y a disposición para colaborar con los respectivos gobiernos , mediante recursos humanos y físicos que disponemos.

Suena fuerte pero la verdad es que pasan los distintos gobiernos pero desde nuestra trinchera seguimos apagando incendios ocasionados por las políticas de distintas gestiones que continúan impactando negativamente en el ciudadano.

Por otra parte también nos hacemos eco del pedido de seguridad que los distintos sectores de nuestra ciudad exige , La seguridad también debe ser un tema que compete al Estado y solicitamos que desde los actores competentes se trabaje con prontitud al respecto no solo para oír los desesperados reclamos sino para encontrar solución a esta compleja problemática.

Queremos que la justicia sea justa y que quienes la interpretan y la aplican sean capaces de honrarla, actuando con la celeridad que demandan los distintos casos de victimas que día a día se van sumando al historial de alcanzados por la delincuencia. La justicia también es un valor que no debe dejarse de lado si pretendemos habitar en paz y armonía social.

No podemos dejar de mencionar la necesidad de reconocer que hace falta mejorar la atención sanitaria pública a modo de permitir que los pacientes que acuden a lugares públicos sean debidamente atendidos, con la calidad de salud, sin horas interminables de espera por un turno, con los insumos correspondientes.

Por último pero no menos importante, nos preocupa la calidad educativa y todo lo que remite a esta, como ser las condiciones edilicias en las que se encuentran muchas escuelas donde nuestros hijos deben acudir para su educación.

Hace falta además de reconocer al trabajador de las distintas aéreas mencionadas que el Estado imite el esfuerzo de estos y se esfuercen también para que tengan ámbitos dignos como ser estructural , edilicio como también los insumos necesarios a cada profesión y su condición laboral incluida la económica.

Ponemos de manifiesto y énfasis en una crisis que duele tanto o más que el dolor que produce la pobreza, nos referimos a la crisis moral en la que hemos sucumbido, crisis que estamos convencidos solo puede ser paleada por el aporte de valores y principios que contiene el evangelio lo que redunda en el valor y el respeto al otro mediante la solidaridad y el deseo de superación tanto personal como social. Esa ausencia de valores se expresa entre otras formas, en la violencia con la que se vive, y aquí nos detenemos a enfatizar que la violencia no reconoce de géneros ni clases sociales, nos expresamos contra la violencia en todos sus términos.

En un acto de justicia reconocemos el esfuerzo que se realiza desde el Estado pero queda de manifiesto que es un esfuerzo que no alcanza, no es suficiente.

Por todo lo expuesto hacemos un llamado a todos a consolidar nuestro compromiso y colaborar desde el lugar que nos toque para generar los cambios necesarios para que nuestra amada ciudad salga adelante lo antes posible de esta realidad que duele.

Solo basta agregar que cada día nos abocamos a trabajar pero también a orar a Dios para que nos ayude a salir adelante y que permita a todos asumir el rol responsablemente y podamos colaborar en la mejora integral de nuestros conciudadanos, que sabido es lo merecen.
Fuente: Asociación Pastores Unidos de Concordia

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