En una columna de opinión, el senador Dal Molín pide al gobierno de Milei que sepa escuchar y acepte la ayuda de quienes “piensan y comparten las ganas de cambiar el país”.
Las fuerzas del cielo existen. Recurrimos a ella para encontrar mesura, fortaleza y luz. Vinieron con la humanidad. El hombre solo le dio matices. Salvando pocos y desviados extremos, todas las demás comulgan: paz, concordia, perdón. La armonía es posible. Delicado equilibrio que los líderes tienen como responsabilidad primaria conjugar.
Estancados por políticas erróneas la gente eligió un cambio. Comprometidos con ello tenemos a la responsabilidad de construir en Entre Ríos un estado moderno, sin privilegios, que brinde bienes y servicios de calidad, donde el equilibrio fiscal sea un objetivo primario.
A solo 70 días de su mandato, el gobierno de Rogelio Frigerio ha dado claras señales de ir por este camino. Se vislumbra un cambio. Sus resultados requieren de cierto tiempo.
Los gobiernos provinciales tienen responsabilidades. El presidente también. La construcción de políticas públicas sustentables y equilibradas – indefectiblemente – requieren de diálogo.
Nuestros gobernadores no encuentran interlocutores válidos. Solo reciben destrato y agravios gratuitos. Aun queriendo ayudar.
No recorten recursos que por ley corresponden. Podrán modificarse por injustos. También por una necesidad suprema. Sin dudas. Pero debemos partir de nuevos pactos fiscales. No a lo “taura” y empujones.
Las fuerzas del cielo existen. Recurran a ellas para que les otorgue prudencia. Sepan escuchar. Acepten la ayuda de quienes – tal vez, con solo algunos matices – piensan y comparten las ganas de cambiar el país.
Siempre las imagine con mucha luz y paz. Nunca con mesianismos, rayos, temblores, gritos y agravios.
Rubén Dal Molin: Senador provincial de Juntos por Entre Ríos